En 1997, en un molino llamado Splash, había un molinero llamado Paco. Era moreno, alto, y pobre. Un día él estaba tan tranquilo como siempre, y aparacieron cuatro ratones. Él no sabía que hacer, primero intentó pisarles las cola y no funcionó, luego que su gato Missisú, que era negro y peludo, se lo comiera, pero el se negó. Por último intentó cogerlos por el cuello y...¡Lo consiguió! Cogió a los ratones y se los llevó al pueblo. Los vendió a sesenta euros cada uno y dejó de ser pobre.
Al final se dedicó a hacer eso toda la vida y hasta montó un necocio.
Marta:)
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