EL ENIGMA DE LA PARTITURA:
Erase una vez un matemático
amante de la historia egipcia. Su nombre era Roy. Él casi siempre vestía de
marrón, tenía los ojos
verdes, el pelo
rubio, y era
Alto.
Su gran habilidad era que podía comunicarse con cualquier animal y hacer sus mismos gestos. Era
curioso y nunca se rendía. Tenía un perro que podía comunicarse con él, pero, Roy, no necesitaba su gran habilidad para comunicarse con él porque
su perro podía hablar castellano. El nombre del perro era Doggy.Doggy era de pelo
marrón, llevaba un collar
plateado muy
bonito, y lo solía meter en una bolsita de perro que era
rosa con diamantes
rojos. Y una correa
azul como el mar Roy trabajaba en un aula de Historia en el centro de Nueva York y además también vivía allí a pocos metros del trabajo, así que podía ir andando.
Un día
alegre, soleado y con alguna que otra
gran nube
azul en el cielo,en el trabajo,
en su despacho que era muy grande y amplio con un escritorio pequeño al fondo y un gran armario azul en el lateral derecho, vio una puerta que nunca había visto abrirse, era
marrón con un cierre automático muy
nuevo pero que se había reformado, y alrededor de la puerta había un montón de hojas
verdes preciosas, al observar se encontró un jeroglífico muy
extraño . ¿Qué sería aquello tan
extraño? Porque a pesar que a Roy le encantaban las cosas egipcias no tenía ni idea de que significaba aquello.
Cómo no sabía que ni para que servía esa puerta le preguntó a su amigo Sajanaro. Sajanaro era un
compañero suyo de su trabajo que compartía despacho con él.
Hola-Dijo Roy
hola- Contestó Sajanaro.
Roy le preguntó:- Hola, Sajanaro,¿Me podrías decir para que sirve esa puerta?¿Qué hay dentro?¿Por qué nunca se a abierto?
Eran demasiadas preguntas pero aún así le contestó Sajanaro:
-No sirve para nada, no hay nada dentro, y no sé por qué no se a abierto nunca.
Roy se quedó pensando en lo que le había contestado Sajanaro.
Cuando acabó el trabajo, de camino a casa se encontró en el suelo un folleto en el que ponía que ese mismo día había una fiesta. También decía que la fiesta era ese mismo día y que trataba sobre el
antiguo Egipto.Así que decidió ir.
Nada más llegar a casa se duchó, se vistió como siempre de
marrón, pero ese día se había puesto una pajarita
brillante y a su perro también.
Cuando ya estaban preparados salieron hacia la fiesta.
Cuando llegaron a la fiesta, todo le pareció súper
interesante, porque había un montón de exposiciones sobre cosas egipcias. Toda la gente iban vestidos con ropa del
antiguo Egipcio.
Lo único que hacía era buscar y buscar el jeroglífico de aquella puerta
misteriosa. Pero de repente, se dio la vuelta y justo detrás de él había una estatua gigante de
oro con la portada de un libro. En la portada del libro había pintado un hipopótamo y al lado el jeroglífico que estaba buscando ¡bien, lo logró!
Al día siguiente, nada mas levantarse se vistió de
marrón como siempre, y se puso un colgante
antiguo que perteneció a su abuela. Después desayunó y se fue directo al trabajo andando como siempre. Cuando llagó al trabajo se fue directo hacia la puerta
misteriosa y en ese mismo instante la cerradura con forma de jeroglífico de la puerta y su colgante comenzaron a
brillar. Encajó el colgante con la cerradura y la puerta se abrió. Al entrar en la habitación, había una vitrina de
cristal con una
pequeña luz alumbrado una partitura y abajo ponía el nombre de un arqueólogo muy
famoso llamado: Salcón Morthing.
Se fue a su despacho y empezó a investigar sobre él. Descubrió que para poder saber más sobre él tenía que recorrer medio mundo, tenía que ir hacia el sur de la península de Sinaí(Egipto).
Como él era
rico tenía un helicóptero. Salió corriendo del trabajo, cogió a su perro, se montaron en el helicóptero y pusieron rumbo hacia allí.
Cuando iba a aterrizar, se dio cuenta de que se había equivocado, tenía que haber ido al Sur de la península de Sinaí y ahora estaba en el¡ Norte! Al volver al helicóptero ¡había desaparecido!
- Empezó a andar para buscar un sitio en el que alojarse. Después de horas y horas de caminar, encontró un pequeño poblado, donde la gente tenían la negra noche en los ojos y el brillo de las estrellas en la mirada. Eran altos como cipreses, livianos como el viento y alegres como el sol.
Doggy lo miró y le dijo:
-Estas personas parecen buenas, por cierto me muero de hambre....
-Ahora buscaremos comida y un lugar donde descansar. Le contestó Roy.
-Gracias Roy, espero que encontremos pronto el misterio que estás buscando. Añadió Doggy.
-Yo también lo espero Doggy. Dijo Roy
Llegaron a un pequeño mercado en el que compraron agua y comida. Sandías como balones y agua fresca como el hielo. Encontraron un Hostal en el que durmieron esa noche.
Al día siguiente fueron hacia el sur siguiendo las indicaciones de la
amable gente de aquel
mágico poblado.
Cuando llevaban muchas horas andando por el desierto divisaron a unas personas montadas en camellos. Fue corriendo hacia ellas y les preguntó si sabían como continuar hacia el sur. Los dos, que iban vestidos de
negro carbón, se bajaron de los camellos, les robaron la mochila y el colgante, regalo de su abuela. Se marcharon
rápido. Los camellos comenzaron a hablar con ellos:
-¡Otra vez robando!
-Ay que ver la gentuza que hay por ahí, lo malo es que no puedo continuar con mi búsqueda! no tengo ni el colgante de mi abuela ni víveres para sobrevivir...Se lamentó Roy.
Cuando Roy se giró , tropezó con una piedra y cayó al suelo perdiendo la consciencia.
-¡oh, nooo! dijeron los camellos y Doggy a la vez.
En ese mismo instante pasó por allí una chica alta, muy linda, con ojos de aceituna y dientes de perlas. Intentó hacer despertar a Roy y.....¡lo consiguió!
-Hola, dijo la chica.
-Hola, ¿Quién eres? contestó Roy con ojos enamorados.
-Soy Issa,¿ y tu?
-Yo, yo, yoo Ro Ro Roy...contestó.
Roy le explicó la razón de su viaje y ella le contestó:
-Yo también estoy aquí por el mimo motivo, ¡qué casualidad! exclamaron a la vez.
Pusieron rumbo hacia unas pirámides que vieron a lo lejos. Por el camino encontró su colgante.
Nada mas llegar a las pirámides el colgante empezó a brillar y el suelo también. El suelo empezó a levantarse y vieron unas escaleras subterráneas por las que decidieron bajar.
Llegaron a una habitación donde estaba la tumba del
famoso arqueólogo. También estaba allí el libro con la portada de un hipopótamo y una partitura.
La partitura resultó ser un antiguo baile típico de Egipto, y el libro favorito del arqueólogo cuando era
pequeño.
El hipopótamo le dijo:
-¡has hecho un buen trabajo! ¡enhorabuena!, le dijo guiñando un ojo.
Roy y la chica se miraron y se abrazaron locos de alegría,
¡lo conseguimos! dijeron a la vez. ¡lo hemos descubierto por fin!
Al día siguiente lo contó todo en su trabajo y decidieron escribir un libro sobre aquella aventura
asombrosa, y hacer un película,
asombrosa, bonita y
especial, también. Y aquel día lo quisieron poner como el día de:
"SALCÓN MORTHING Y ROY".Y siempre ese día era muy alegre con luces: Rojas, azules, verdes, naranjas, plateadas, doradas...¡Y una tarta de nata y chocolate gigante!
FIN
MARTA:)
Diálogos: 4
Personificaciones: 4
Metáforas: 5
Comparaciones: 5
Descripciones: 1
Adjetivos:70