En su propio entorno el muérdago reproduce de forma natural con la ayuda de aves como la urraca o los cuervos. Aunque es difícil de germinar, (sólo un 10% de la semilla de esta planta parásita crece hasta convertirse en una planta), en tu jardín tu puedes dar a la naturaleza una mano. El muérdago ya no es tan común como solía ser, pero con un poco de esfuerzo, y un toque de paciencia, tu jardín, bien puede ser el próximo anfitrión de esta especie hermosa y enigmática.
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